ARTICULO
ORIGINAL CUANTITATIVO
Autoeficacia emocional y bienestar en médicos de un
hospital de alta complejidad en Lima, 2025
Emotional self-efficacy and well-being in physicians
at a high-complexity hospital in Lima, 2025
Miguel Pereira-Alagón1,a
ORCID:
https://orcid.org/0000-0003-2026-265X
Fuentes de financiamiento
La
investigación fue realizada con recursos propios.
Conflictos de interés
El
autor declara no tener conflictos de interés.
Citar como: Pereira-Alagón M.
Autoeficacia emocional y bienestar en médicos de un hospital de alta
complejidad en Lima, 2025. Rev Perú Cienc Salud. 2025;7(2):01-22. doi: 2025;
7(2). doi: https://doi.org/10.37711/rpcs.2025.7.2.10
RESUMEN
Objetivo. Determinar
la relación entre la autoeficacia emocional y el bienestar en médicos de un
hospital de alta complejidad de Lima (Perú). Métodos. Enfoque cuantitativo, tipo básico, de diseño no
experimental, con alcance correlacional y transversal. La población estuvo
conformada por 100 médicos de un hospital de alta complejidad y la muestra fue
censal. Los dos instrumentos de medición fueron utilizados, por separado, para
evaluar cada variable, siendo ambos válidos y confiables. Para la contrastación
de las hipótesis se usó el estadígrafo rho de Spearman y el p-valor. Resultados. En la variable autoeficacia emocional, el nivel
moderado fue el más frecuente, con un 49,0 %, y en la variable bienestar, el
nivel moderado fue el más frecuente con un 66,0 %. Así mismo, se evidenció
relación entre la autoeficacia emocional y el bienestar (rho = 0,899; p-valor =
0,000). Conclusiones. Existe
relación entre la autoeficacia emocional y el bienestar en médicos de un
hospital de alta complejidad, a nivel general y en cada una de sus dimensiones.
Palabras
clave:
autoeficacia; bienestar psicológico; salud ocupacional; gerencia de servicios
de salud; manejo del personal de hospital (fuente: DeCS-BIREME).
ABSTRACT
Objective. To
determine the relationship between emotional self-efficacy and well-being in
physicians at a high-complexity hospital in Lima, Peru. Methods. A quantitative, basic-type study with a non-experimental,
correlational, and cross-sectional design. The population consisted of 100 physicians
from a high-complexity hospital, with a census-based sample. Two separate
instruments were used to measure each variable, both validated and reliable.
Spearman’s rho and the p-value were used to test the hypotheses. Results. Emotional self-efficacy was
most frequently rated at a moderate level (49.0%), and well-being was also most
commonly reported at a moderate level (66.0%). A significant positive
correlation was found between emotional self-efficacy and well-being (rho =
0.899; p-value = 0.000). Conclusions.
There is a significant relationship between emotional self-efficacy and
well-being in physicians at a high-complexity hospital, both overall and across
each of their respective dimensions.
Keywords:
self-efficacy;
psychological well-being; occupational health; health services management;
hospital staff management (source:
MeSH-NLM).
INTRODUCCIÓN
En la
actualidad, se evidencia una brecha de información científica sobre cómo
interactúan la autoeficacia emocional y el bienestar en médicos de un hospital
de alta complejidad (1). Investigar este vacío académico es
fundamental para comprender cómo elaborar estrategias, políticas y programas de
gerencia en salud efectivas y eficaces (2).
Ahora
bien, en hospitales de alta complejidad, la autoeficacia emocional de los
médicos es un factor clave para preservar su bienestar y desempeño (3).
No obstante, desde la gerencia en salud se advierte una limitada incorporación
de estrategias institucionales que fortalezcan esta competencia, lo que
incrementa el riesgo de desgaste profesional y afecta la calidad del servicio.
Esta brecha evidencia la necesidad de gestionar el bienestar médico no solo
desde lo clínico, sino también desde el desarrollo emocional como eje
estratégico en entornos laborales altamente demandantes (4).
A
nivel internacional, en un estudio realizado en Colombia, en el 2023, Cano-García
et al. (7) indicaron que bajos niveles de bienestar estuvieron
relacionados con factores de estrés organizacional, despersonalización y
agotamiento (p < 0,05). De manera
similar, en Estados Unidos, en el 2022, Ju et al. (6) evidenciaron
que una mayor autoeficacia se asocia con un menor agotamiento, y las
intervenciones para aumentar la autoeficacia y los factores interpersonales que
la promueven pueden mejorar el bienestar físico y emocional del médico (p = 0,001). En Bolivia, en el 2021,
Viruez-Soto et al. (5) encontró que, en entornos laborales adversos,
los médicos con mayor sentido de colaboración y autoeficacia, o que realizan
múltiples tareas, están más expuestos a debilitar su bienestar (p < 0,05). Por su parte,
García-Torres et al. (8), en México, en el año 2021, señalaron que
los profesionales de la salud que laboran en contextos públicos y son médicos
tienen mayor probabilidad de experimentar bajos niveles de bienestar (p = 0,024), por lo que recomiendan
establecer políticas efectivas para abordar dicha problemática.
En
el Perú, un estudio realizado en un centro médico especializado situado en
Trujillo, en el 2024, Vega (9) evidenció que un 87,1 % del personal
asistencial expresó bajo bienestar. Así mismo, en una investigación desarrollada
en Lima, en el 2023, Valencia (11) evidenció que la autoeficacia
puede correlacionarse directa y significativamente con el estrés (p = 0,008) en profesionales de ciencias
de la salud. En la misma ciudad, en el 2022, Suyón y Bautista (10) concluyeron
relación inversa y significativa entre el agotamiento emocional y el bienestar
psicológico en el personal de salud (p
< 0,05). De igual forma, Contreras-Camarena et al. (12), en
el 2021, reportaron que la autoestima y la autoeficacia bajas favorecerían el burnout, mientras que la autoestima y la
autoeficacia altas tendría un rol protector (p < 0,05). De igual manera, Chalco (13) desarrolló un
estudio en la misma ciudad y año, llegando a la conclusión de que la
autoeficacia y el estado emocional no se relacionan significativamente con
variables como la adherencia al tratamiento y el apoyo social percibido (p > 0,05).
Por
lo tanto, se evidencia que persiste la necesidad de fortalecer la gestión del
recurso humano en salud a través del abordaje de factores psicosociales que
inciden directamente en el desempeño y bienestar de los médicos en hospitales
de alta complejidad (14). En el ámbito hospitalario peruano, este
constructo ha sido escasamente explorado desde una perspectiva de gerencia en
salud, lo que limita la implementación de estrategias institucionales
orientadas al desarrollo emocional del personal médico (15).
Por
lo anteriormente revisado, se manifiesta la relevancia y urgencia de explorar
la relación entre la autoeficacia emocional y el bienestar en médicos de un
hospital de alta complejidad, desde el enfoque de la gerencia de salud. En este
sentido, el objetivo de esta investigación fue determinar la relación entre la
autoeficacia emocional y el bienestar en médicos de un hospital de alta
complejidad.
MÉTODOS
Tipo y área de estudio
El
enfoque de la investigación fue cuantitativo, de diseño no experimental y de
alcance correlacional y transversal, desarrollado en el Hospital Nacional
Guillermo Almenara Irigoyen, Lima (Perú), entre los meses de febrero y mayo del
2025.
Población y muestra
La
población del estudio estuvo conformada por 100 médicos. Se realizó un muestro
censal, por lo que se abordó a toda la población en su conjunto. Fueron
considerados los siguientes criterios de inclusión: tener vínculo laboral con
la institución y completar el consentimiento informado. Paralelamente, fueron
considerados los siguientes criterios de exclusión: no haber terminado de
rellenar el instrumento de medición, haber participado en otra investigación y
estar recibiendo medicación por condiciones de salud mental.
Variable e instrumentos de recolección de datos
Para
la primera variable, “autoeficacia emocional”, se utilizó la escala de
autoeficacia emocional de médicos (ver Anexo 1), diseñada y validada por
Weurlander et al. (16). El instrumento contó con un total de 17
ítems distribuidos en 5 dimensiones: “comunicación con el paciente” (α = 0,87), “ser cuestionado” (α = 0,77), “competencia profesional” (α = 0,80), “competencia educativa” (α = 0,72) y “relación con otros
profesionales” (α = 0,70). La
respuesta a los ítems se presentó en base a una escala de tipo Likert, en donde
el participante respondió eligiendo entre 4 opciones con distintas
puntuaciones, desde “muy en desacuerdo” (1 punto) hasta “muy de acuerdo” (4
puntos). Así, el instrumento tuvo una puntuación mínima de 17 y una máxima de
68 puntos. Según el puntaje se puede obtener una categorización de autoeficacia
emocional “baja” (17-33 puntos), “moderada” (34-51 puntos) y “alta” (52-68
puntos). Se realizó una validación de contenido a fin de garantizar la
adaptación cultural al contexto peruano a través del juicio de 3 expertos en
investigación científica, psicología y medicina, obteniendo un valor en la V de
Aiken de 0,92, siendo un resultado altamente satisfactorio (17).
La segunda variable fue
“bienestar”, la cual fue evaluada mediante la escala de bienestar del médico
(ver Anexo 2), diseñada y validada por Horwirtz et al. (18). El
instrumento contó con un total de 19 reactivos agrupados en 4 dimensiones:
“confianza en uno mismo” (α = 0,79),
“espiritualidad y trascendencia” (α =
0,73), “relaciones interpersonales” (α
= 0,68) y “salud integral” (α =
0,83). Las respuestas a los ítems fueron presentadas de acuerdo con una escala
de tipo Likert, en donde el participante respondió eligiendo entre 4 opciones
con distintas puntuaciones, desde “muy en desacuerdo” (1 punto) hasta “muy de
acuerdo” (4 puntos). Así, el instrumento tuvo una puntuación mínima de 19 y una
máxima de 76 puntos. Según el puntaje se puede obtener una categorización de
bienestar “deficiente” (19-37 puntos), “moderado” (38-57 puntos) y “óptimo”
(58-76 puntos). Se realizó una validación de contenido con el propósito de
asegurar una correcta adaptación al contexto nacional a través del juicio de 3
especialistas en investigación científica, piscología y medicina, obteniendo un
valor en la V de Aiken de 0,86, considerado como satisfactorio (17).
Por
último, se recogieron las características sociodemográficas de los
participantes a través de un cuestionario, considerando su edad, sexo, nivel
socioeconómico y tiempo laboral.
Técnicas y procedimientos de recolección de datos
La
técnica realizada fue la encuesta online.
Previa aceptación del consentimiento informado en formato presencial por parte
de cada médico, fue enviado el formulario de Google Forms ® al correo de cada
participante, a través del cual primero se exploraron las características
sociodemográficas de la muestra y, posteriormente, fueron aplicados los
instrumentos mencionados. Los participantes tuvieron para ello un tiempo
aproximado de 25 minutos.
Análisis de datos
Una
vez concluida la recolección de datos, estos fueron procesados utilizando el software Microsoft Excel, a través del
cual se generó una base de datos que facilitó la elaboración de las tablas
necesarias para el análisis e interpretación de los resultados. En cuanto a la
estadística inferencial, dada la naturaleza ordinal de ambas variables, se
empleó el coeficiente de correlación rho de Spearman (19).
Previamente a la selección de la prueba estadística, se aplicó el test de
normalidad de Kolmogórov-Smirnov, considerando que la muestra superaba los 40
participantes (20).
Aspectos éticos
Se
respetaron en su totalidad los principios éticos establecidos en la Declaración
de Helsinki. Así mismo, se llevó a cabo el procedimiento de consentimiento
informado con todos los participantes y se mantuvo, en todo momento, una
conducta responsable y ética durante el desarrollo de la investigación. Se
contó con la aprobación del Comité Institucional de Ética en Investigación del
Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen, con código de estudio N.º
39-2025.
RESULTADOS
En
cuanto al sexo, destacó el sexo masculino, con un 62,0 % del total. Respecto de
la edad, resaltó el grupo etario de 41 a 50 años, representando el 33,0 % del
total. En el nivel socioeconómico, destacó el nivel medio, con un 75,0 % del
total. En relación con el tiempo laboral, resaltó la categoría de 11 a 20 años,
con un 43,0 % (ver Tabla 1).
En la variable “autoeficacia emocional” se evidencia que, en el análisis de las dimensiones, la mayor media correspondió a la "relación con otros profesionales" (3,48), acompañada además de la desviación estándar más baja (0,79). Esto indica una percepción altamente positiva y homogénea respecto al trabajo colaborativo entre médicos y otros profesionales de salud. En contraste, la media más baja se encuentra en la dimensión "ser cuestionado" (3,28), que, si bien no representa una valoración negativa, refleja una menor apertura frente a la crítica o revisión de decisiones médicas. A pesar de ello, su desviación estándar también es relativamente baja (0,83), lo que sugiere una percepción estable entre los participantes (ver Tabla 2).
En la variable “bienestar” se reporta que la media más alta se encuentra en la dimensión “relaciones interpersonales” (3,35), lo que indica que los médicos valoran positivamente su capacidad para interactuar con otros, manteniendo relaciones fluidas y efectivas en el entorno laboral. Esta dimensión también presenta una desviación estándar baja (0,85), lo que sugiere consistencia en las respuestas entre los participantes. En contraste, la media más baja corresponde a la dimensión “espiritualidad y trascendencia” (3,25) y una desviación estándar similar (0,86). Esto podría indicar que, si bien esta dimensión es considerada relevante, su valoración es ligeramente menor en comparación con otras áreas del bienestar personal y profesional (ver Tabla 3).
En
la variable “autoeficacia emocional”, el nivel moderado fue el más prevalente
con un 49,0 % del total de médicos de un hospital de alta complejidad (ver
Tabla 4).
En la variable “bienestar”, el nivel moderado fue el más frecuente, representando un 66,0 % del total dentro de los médicos de un hospital de alta complejidad (ver Tabla 5).
Se
evidencia el cumplimiento del criterio establecido (p < 0,05) en cada una de las hipótesis específicas y la
hipótesis general, por lo que se rechaza, cada una de las hipótesis nulas y se
afirma que existe relación significativa entre la autoeficacia emocional y el
bienestar en médicos de un hospital de alta complejidad, a nivel general y en
cada una de sus dimensiones (ver Tabla 6).
DISCUSIÓN
Investigar
la autoeficacia emocional y el bienestar en médicos es crucial, debido a la
alta demanda emocional y física a la que estos están expuestos en su entorno
laboral, lo que puede impactar directamente en su desempeño, salud mental y
calidad de vida (21). La autoeficacia emocional, al ser un factor
protector frente al estrés, tiene el potencial de mejorar la capacidad de los
médicos para gestionar situaciones difíciles, mantener el control emocional en
contextos de alta presión y preservar su bienestar general. A su vez, el
bienestar de los médicos es fundamental, no solo para su salud individual, sino
también para la calidad de atención que estos brindan a los pacientes y para la
dinámica de trabajo en equipo. Así, este tipo de investigación permite identificar
áreas críticas que pueden ser intervenidas a nivel institucional, para promover
políticas de apoyo emocional y desarrollo profesional que favorezcan tanto a
los médicos como a la calidad del sistema de salud en general (22).
Respecto
al propósito del estudio, se halló que existe una relación significativa entre
la autoeficacia emocional y el bienestar en médicos, lo cual puede deberse a
que los profesionales que confían en su capacidad para manejar sus emociones
tienden a enfrentar el estrés laboral con mayor eficacia, reduciendo así el
impacto negativo en su salud mental. Esto sugiere que la percepción de control
interno frente a las propias emociones no solo protege frente al desgaste
emocional, sino que también actúa como un recurso preventivo frente a la
cronificación del estrés. En este sentido, Ju et al. (6) señalaron
que la autoeficacia actúa como un mecanismo regulador frente a situaciones
estresantes, permitiendo respuestas más adaptativas. En esta línea,
Pérez-Valdecantos et al. (23) demostraron que los médicos con altos
niveles de autoeficacia presentan mayor satisfacción laboral y menor
prevalencia de síntomas de ansiedad y agotamiento emocional. Desde esta
perspectiva, se puede interpretar que la autoeficacia no solo modula la respuesta
emocional, sino que también mejora la calidad del vínculo con el trabajo, por
lo que favorece una relación más sana con las exigencias del rol profesional.
Así, contar con esta habilidad les permite mantener una actitud más resiliente
frente a las exigencias del entorno hospitalario (24).
No
obstante, no todos los componentes del bienestar pueden ser explicados
únicamente por la autoeficacia emocional. Aunque esta capacidad contribuye a
una mejor regulación interna, otros factores como las condiciones laborales, el
apoyo organizacional y la estabilidad contractual también influyen de manera
decisiva, como lo advierte Cavallari (25), quien señala que el
bienestar integral del personal médico requiere intervenciones tanto
individuales como estructurales para ser sostenido en el tiempo. En otras
palabras, la autoeficacia emocional puede ser una herramienta poderosa, pero
limitada si se ejerce en contextos laborales hostiles o desprovistos de soporte
institucional. Por ello, el hallazgo no debe leerse en clave individualizante,
sino como una invitación a repensar el bienestar médico desde un enfoque
sistémico e integral.
En
esa línea, se halló que existe una relación significativa entre la autoeficacia
emocional y la confianza en uno mismo, lo cual puede explicarse por el hecho de
que los médicos con mayor control sobre sus emociones tienden a sentirse más
seguros en la toma de decisiones y manejo del estrés (26). Esta
asociación pone en evidencia que la regulación emocional no es solo una
competencia psicológica, sino también un fundamento práctico para la acción
clínica segura y eficiente. Lin (27) sugiere que la autoeficacia
aumenta la percepción de competencia, por lo que fortalece la autoconfianza.
Dicho de otro modo, sentirse capaz de gestionar situaciones difíciles refuerza
la imagen profesional que el médico construye de sí mismo, lo cual puede tener
efectos positivos en su rendimiento y en la relación con sus pacientes. En esta
línea, Capone (28) demostró que los profesionales con alta
autoeficacia emocional muestran mayor seguridad en su desempeño. Esto podría
interpretarse como una retroalimentación positiva: cuanto mayor es la
autoeficacia, más se refuerza la confianza, y viceversa, generando un círculo
virtuoso que sostiene el ejercicio profesional bajo presión.
También
se evidenció una relación significativa entre la autoeficacia emocional y las
dimensiones espiritualidad y trascendencia, lo cual sugiere que los médicos con
una mayor capacidad para gestionar sus emociones también experimentan una mayor
conexión con su propósito y valores personales en el ámbito laboral. Esta
conexión puede ser fundamental para enfrentar el estrés y los desafíos
inherentes al entorno profesional, ya que la espiritualidad puede actuar como
un recurso interno para fortalecer la resiliencia (30). Según Jin (31),
los profesionales de la salud que desarrollan habilidades emocionales tienden a
encontrar un mayor sentido y propósito en su trabajo, lo que mejora su
bienestar general.
Desde
el enfoque de gerencia en salud, esto resalta la importancia de crear espacios
que fomenten el desarrollo emocional y espiritual del personal médico, ya que
estos aspectos no solo benefician su salud mental, sino que también pueden
mejorar el compromiso y la calidad del servicio ofrecido. No obstante, factores
organizacionales como la sobrecarga laboral y la falta de apoyo institucional
también deben ser considerados, ya que estos pueden impactar negativamente en
la relación entre autoeficacia emocional y bienestar espiritual, como señalan
Herrero-Hahn et al. (32).
Así
mismo, se encontró una relación significativa entre la autoeficacia emocional y
la calidad de las relaciones interpersonales en los médicos, lo que sugiere que
los profesionales con mayor capacidad para regular sus emociones son más
efectivos en la comunicación y resolución de conflictos dentro del entorno
laboral (33). La autoeficacia emocional favorece una mayor empatía,
lo que facilita la comprensión de las emociones de los demás y mejora la
colaboración en equipos de trabajo. Según Chudner et al. (34), los
individuos con alta autoeficacia emocional tienen una mejor habilidad para
gestionar interacciones sociales, lo que se traduce en un ambiente de trabajo
más armonioso y eficiente.
Desde
el enfoque de gerencia en salud, esto resalta la importancia de promover el
desarrollo emocional entre los médicos, ya que una buena relación interpersonal
mejora no solo el clima laboral, sino también la calidad de atención al
paciente (35). Sin embargo, factores organizacionales como el
liderazgo, la carga de trabajo y la falta de recursos también influyen en la
dinámica de las relaciones interpersonales, como lo indican Pérez-Valdecantos
et al. (36), lo que requiere un enfoque integral en las políticas de
bienestar institucional.
La
relación significativa entre la autoeficacia emocional y la salud integral de
los médicos sugiere que los profesionales con mayor capacidad para gestionar
sus emociones disfrutan de un mejor bienestar físico, psicológico y social.
Este hallazgo resulta particularmente relevante en contextos clínicos de alta
presión, donde la capacidad para sostener la estabilidad emocional puede marcar
la diferencia entre la resiliencia y el colapso psicosomático. La autoeficacia
emocional, al servir como un factor protector frente al estrés y la ansiedad,
ayuda a los médicos a mantener un equilibrio entre sus demandas laborales y
personales, lo que favorece su salud integral. Según Souto et al. (37),
los médicos con alta autoeficacia emocional son más capaces de enfrentar los
retos diarios en su entorno laboral, lo que mejora su bienestar general. Desde
una perspectiva funcional, esto no solo reduce el ausentismo y el desgaste
profesional, sino que optimiza el desempeño clínico y la calidad de las
interacciones asistenciales.
Desde
el enfoque de gerencia en salud, esto subraya la importancia de implementar
programas de desarrollo emocional como parte de las estrategias de bienestar
laboral, ya que mejorar la salud emocional de los médicos impacta positivamente
en la calidad del servicio y en el ambiente de trabajo. Se trata de una puesta
estratégica por una cultura organizacional más saludable, donde la
emocionalidad sea reconocida como una dimensión legítima de la práctica médica.
Sin embargo, la salud integral también depende de factores organizacionales que
influyen de manera significativa en el bienestar del personal médico, tal como
lo señala Tomas (38). Esto sugiere que los esfuerzos dirigidos al
fortalecimiento emocional del médico deben articularse con reformas estructurales,
de modo que no recaiga exclusivamente sobre el individuo la responsabilidad de
su bienestar.
Una
de las principales limitaciones del estudio fue el enfoque transversal, que
impide establecer relaciones causales entre la autoeficacia emocional y el
bienestar en los médicos. Así mismo, la investigación se llevó a cabo en un
único hospital de alta complejidad, lo que restringe la generalización de los
resultados a otras instituciones con diferentes contextos organizacionales o
culturales. Además, al basarse en instrumentos online, existe el riesgo de sesgos en las respuestas debido a la
deseabilidad social o a la percepción subjetiva de los participantes. Estas
limitaciones deben ser consideradas al interpretar los hallazgos y al diseñar
futuras investigaciones.
Desde
la gerencia en salud, las implicancias prácticas de este estudio apuntan a la
necesidad de incorporar la autoeficacia emocional como un eje estratégico en la
gestión del talento humano en hospitales de alta complejidad. Fortalecer esta
competencia en los médicos no solo contribuye a su bienestar psicológico, sino
que también mejora su desempeño, la toma de decisiones clínicas y la calidad
del servicio. En este sentido, los resultados del estudio respaldan la
implementación de políticas institucionales orientadas al desarrollo emocional
del personal, la creación de entornos laborales saludables y la promoción de
una cultura organizacional que valore la salud mental como parte integral de la
gestión sanitaria.
Finalmente,
se recomienda que futuras investigaciones incluyan médicos de diferentes
especialidades y servicios críticos, a fin de comparar los niveles de
autoeficacia emocional y bienestar en distintos contextos asistenciales. De
igual manera, se sugiere realizar estudios longitudinales y multicéntricos que
permitan obtener hallazgos más generalizables. Resulta particularmente valioso
evaluar la efectividad de programas orientados al fortalecimiento de
habilidades emocionales, tales como la inteligencia emocional, la atención
plena (mindfulness) o la regulación
emocional, incorporando también metodologías cualitativas que profundicen en
las vivencias del personal médico.
Desde
el ámbito institucional, se propone que los hospitales, especialmente los de
alta complejidad, desarrollen e integren protocolos de monitoreo continuo del
bienestar emocional del personal médico, así como rutinas estructuradas de
contención emocional, como círculos de apoyo, pausas activas supervisadas o
espacios de escucha profesional. Sería pertinente establecer además indicadores
de alerta institucional que permitan detectar precozmente signos de desgaste
profesional o afectación emocional, facilitando intervenciones oportunas.
CONCLUSIÓN
La
presente indagación concluye la existencia de relación significativa entre la
autoeficacia emocional y el bienestar en médicos de un hospital de alta
complejidad, tanto a nivel general como en cada una de sus dimensiones. Este
hallazgo sugiere que los profesionales que perciben una mayor capacidad para
identificar, comprender, regular y expresar adecuadamente sus emociones tienden
a experimentar niveles más elevados de bienestar.
REFERENCIAS