
Carta al editor en respuesta a “Neumomediastino
y neumopericardio, una rara complicación del asma: a
propósito de un caso”
Letter to the editor in response to “Pneumomediastinum and pneumopericardium,
a rare complication of asthma: a case report”
Santiago Campbell-Silva 1,a
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-2505-4000
Dirección postal: calle 15 No. 12-34
Tel +57 3015537750
Correo electrónico: santiago.campbell@gmail.com
Fuentes de
financiamiento
El manuscrito fue autofinanciado por el autor.
Conflictos
de interés
El autor declara no tener ningún conflicto de
interés.
Citar como: Campbell-Silva S. Carta al editor en respuesta a
“Neumomediastino y neumopericardio,
una rara complicación del asma: a propósito de un caso”. Rev Peru Cienc Salud. 2025;7(2):#-#. doi:xxxx
Señor
editor:
He leído un caso interesante,
publicado en su revista por Velásquez Marulanda et al. (1), sobre neumomediastino y neumopericardio
en un paciente.
Los autores sostienen,
refiriéndose a la definición del neumomediastino
espontáneo (NE), que “El neumomediastino es una
patología relativamente infrecuente en la que hay presencia de aire libre en el
mediastino que no se debe a una cirugía, un procedimiento médico o trauma”. Sin
embargo, sostengo que, en la actualidad, esta definición no debe utilizarse
porque es confusa y no tiene especificidad.
La etiología del verdadero NE
primario ‒es mejor denominarlo primario para diferenciarlo del secundario‒, no
puede estar asociada con ningún factor predisponente, precipitante, ni trauma
iatrogénico o no iatrogénico, y debe manifestarse en personas saludables (2).
Debido a estas características, el NE es un evento extremadamente infrecuente y
escasamente documentado en la literatura médica (3,4).
Históricamente, el neumomediastino se ha clasificado en dos grupos:
espontáneo, cuando ocurre sin una causa aparente, y secundario, cuando se puede
identificar un evento que lo desencadena. El NE no puede tener enfermedades predisponentes
ni factores precipitantes para que sea verdaderamente espontáneo; por esta
razón es mejor llamarlo primario. Además, la clasificación entre “espontáneo” o
“secundario” es imprecisa, debido a numerosos factores predisponentes y eventos
desencadenantes involucrados en lo que actualmente se conoce como “espontáneo”
(5). Esta clasificación lleva casi un siglo y se ha mantenido como un
“dogma”. Refleja las circunstancias clínicas más que fisiopatológicas y, por lo
tanto, crea más confusión que claridad. Los nombres de los trastornos médicos
deberían reflejar de manera óptima la fisiopatología subyacente y, cuando los
nombres tradicionales de los trastornos generan confusión entre procesos
fisiopatológicos diferentes, es preferible cambiarlos (6).
El
NE, como ocurre con la mayoría de los casos publicados actualmente, no es
“espontáneo”, sino secundario a varios factores (predisponentes, precipitantes
o ambos); por lo tanto, si es secundario no puede ser “espontáneo”, ya que
estas son categorías mutualmente excluyentes. En el caso presentado no puede
considerarse espontaneo (primario), sino secundario a una condición
predisponente como es el asma. El lenguaje médico debe buscar claridad y
precisión en sus términos para evitar confusión y ambigüedades.
Si el neumomediastino
tiene un factor predisponente que comprometa la estructura pulmonar, ya sea
esta congénita, hereditaria o genética (bronquiectasias, fibrosis quística,
alteraciones del surfactante, etc.) o adquirida (asma, enfermedades pulmonares
adquiridas [EPOC], enfermedad pulmonar intersticial, COVID-19, etc.), no puede
ser espontáneo, ya que existe una enfermedad subyacente que lo predispone. De
igual manera, el neumomediastino que ocurre por un
factor precipitante (acceso de tos, trabajo de parto, ejercicio intenso, uso de
drogas inhaladas, ventilación mecánica, etc.) en una persona saludable o con
una enfermedad pulmonar subyacente tampoco puede ser espontáneo, dado que
existe un evento desencadenante inmediato que lo ocasiona. Estos factores pueden
estar presentes al mismo tiempo y causar un neumomediastino;
por ejemplo, tos o vómitos en pacientes con EPOC. El neumomediastino
resultante es entonces secundario.
Es preferible una terminología que tenga en cuenta no solo la etiología del neumomediastino, sino que ayude a guiar las estrategias de manejo selectivo para una mejor atención, y, además, sea sencilla de recordar y útil para la enseñanza (6) (ver Figura 1).

Referencias
1. Velasquez-Marulanda M, Serrano-Giraldo J, Ramirez-Nieto EM, Acevedo-Guiot AP. Neumomediastino y neumopericardio, una rara complicación del asma: a propósito de un caso. Rev Peru Cienc Salud [Internet]. 2025 [Consultado el 15 de mayo de 2025];7(1):69-73. https://doi.org/10.37711/rpcs.2024.7.1.557
2. Campbell-Silva S. Letter to the Editor in Response to: Management of Pediatric Patients with Spontaneous Pneumomediastinum: A Retrospective Chart Review. J Pediatr Surg. [Internet]. 19 de marzo de 2024 [Consultado el 15 de mayo de 2025];59(8):1657. https://doi.org/10.1016/j.jpedsurg.2024.03.042
3. Chimeli-Ormonde L, Vasconcelos LHF, Silva RRA, Bastos PSP. Spontaneous pneumomediastinum in a young adult female. J Radiol Case Rep. [Internet]. 1 de octubre de 2022 [Consultado el 15 de mayo de 2025];16(10):8-13. doi: 10.3941/jrcr.v16i10.4565
4. Wahab A, Chaudhary S, Smith SJ. A rare case of spontaneous pneumomediastinum in a young healthy man. Am J Respir Crit Care Med. [Internet]. 2017 [Consultado el 15 de mayo de 2025];195:A5491. Disponible en: https://goo.su/hUfc6LE
5. Campbell-Silva S, Castro-González I, Campbell-Quintero S, Campbell-Quintero S, Díaz-Rodríguez D. The Spontaneous Pneumomediastinum is Not Spontaneous. JACEP Open [Internet]. 2025 [Consultado el 15 de mayo de 2025];6(4):100166. https://doi.org/10.1016/j.acepjo.2025.100166
6. Campbell-Silva S, Castro-González I, Campbell-Quintero S, Campbell-Quintero S, Díaz-Rodríguez D. Spontaneous Pneumomediastinum: A Narrative Review Offering a New Perspective on Its Definition and Classification. Cureus [Internet]. 07 abril de 2025 [Consultado el 15 de mayo de 2025];17(4):e81822. doi: 10.7759/cureus.81822
