DOSIER
ENSAYO
Los procesos lingüísticos, escriturales y semánticos del término quniraya
Linguistic, scriptural, and semantic processes of the term quniraya
Claudia Cisneros Ayala 1,a
1 Universidad Nacional de Mayor de San Marcos, Lima, Perú.
a Magíster en Didáctica de la Comunicación.
Citar como: Cisneros Ayala, C. (2024). Los procesos lingüísticos, escriturales y semánticos del término quniraya. Desafíos, 15(1):88-95. https://doi.org/10.37711/desafios.2023.15.1.420
Recibido: 26-10-2023
Aceptado: 30-11-2023
Publicado
en línea: 03-01-2024
RESUMEN
Este ensayo tiene como objetivo hallar la variación escritural, la semántica y los procesos lingüísticos en la morfosintaxis de los términos quniraya, kumirraya, kuniraya, quñiraya, quniraya, -iraya. Los corpus sobre quniraya se identificaron en crónicas hispanas, diccionarios coloniales del siglo XVI y documentos históricos y contemporáneos para luego organizar y comparar la escritura, los procesos ocurridos en la palabra y para finalmente, determinar su semántica. Para tal fin, se utilizó la ficha textual. Luego de hallar, se analizaron y se explicaron los procesos para corroborar los procesos como síncopa, fricativización, velarización, palatalización, supresión, aféresis y pronunciación, entre otras. A partir de la explicación se puede concluir que los procesos hicieron perder el sema de la palabra, pero que, al reconstruir la estructura morfosintáctica y la escritura del término, el significado tiene mayor claridad.
Palabras clave: semántica; kuniraya; quniraya; cambio fonético.
ABSTRACT
This essay aims to identify
the scriptural and semantic variations and linguistic processes in the morphosyntax of the terms quniraya,
kumirraya, kuniraya, quñiraya, quniraya, -iraya. Corpora concerning quniraya
were identified in Hispanic chronicles, 16th-century colonial dictionaries, and
both historical and contemporary documents, which were then organized and
compared to examine the writing, the processes that occurred within the word,
and ultimately to determine its semantics. For this purpose, a textual record
was utilized. After identification, the processes were analyzed and explained
to verify phenomena such as syncope, fricativization,
velarization, palatalization, suppression, apheresis,
and pronunciation, among others. From these explanations, it can be concluded
that these processes led to the loss of the word's sememe,
but reconstructing the morphosyntactic structure and
the term's script provided greater clarity in meaning.
Keywords: semantics; kuniraya; quniraya; phonetic change.
INTRODUCCIÓN
El presente escrito tiene por interés hallar los cambios escriturales, los procesos ocurridos en la estructura morfológica y descubrir la semántica del término quniraya. Para corroborar que la palabra quniraya haya sufrido una distorsión en sus grafías y, por consecuencia, se hayan olvidado de su contenido sémico, se seleccionó un corpus a partir de documentos coloniales del siglo XVI y contemporáneos, para analizarlos e interpretarlos, enmarcado dentro del tipo y enfoque de investigación cualitativa, puesto que las muestras de los datos fueron sometidos a la descripción, análisis de procesos y la semántica.
Así mismo, se complementa con la utilización del “método general (análisis, inducción y bibliográfico), empírica (observación […]) y especializada (descriptivo, análisis fonético y socio-lingüístico)” (Garache y Hernández, 2013, p. 10). El diseño metodológico del estudio es interpretativo y de inducción analítica. En los antecedentes se presta atención al grafema como “una unidad mínima e indivisible de la escritura […]. Esto es, un símbolo gráfico que se utiliza para representar un fonema: una letra. Los grafemas se distinguen entre paréntesis angulares: <a> es el grafema del fonema /a/. (Castañeda, 2017, p. 7).
La correspondencia entre los símbolos y el grafema en algunos casos no son equivalentes porque los grafemas quechuas <k> oclusiva, velar, sorda, habría cambiado por la “[…] oclusiva uvular *q [que] se desarrolló en una fricativa (norte de Junín), una oclusiva sonora (Huánuco), una oclusión glotal (Huancayo, Concepción), […]” (Adelaar et al., 2011, p. 25). Además, la variabilidad de “la oclusiva uvular, […] ocurrido en el quechua huanca de la región de Huancayo y Concepción en el momento en que esta uvular se estaba mudando en una oclusión glotal —y ulteriormente en cantidad vocálica o cero—“. (Adelaar et al., 2011, p. 25); igualmente, también, habría variado la pronunciación de quniraya, puesto que las vocales y consonantes de los idiomas, tampoco son estables, porque no tienen una sola emisión de sonido y por ende, su escritura, como sugiere Pérez (2011):
[…] vemos a una hablante de inglés que afirma con absoluta naturalidad que su lengua tiene cinco vocales: <a, e, i, o, u>, refiriéndose, evidentemente, a las letras que usa su sistema de escritura. Un fonólogo, en cambio, diría, probablemente, que el inglés tiene -al menos- doce vocales, refiriéndose a las unidades fonológicas vocálicas con capacidad de hacer distinciones léxicas en esa lengua. Es más, un fonetista afirmaría que, atendiendo a las propiedades físicas de las vocales, estas son infinitas, ya que nunca dos realizaciones vocálicas son acústicamente idénticas. (p. 211)
Es así, que las personas varian su pronunciación según la estructura morfo sintáctica y gramatical, y en consecuencia la escritura de sus grafías. En este sentido, existe la posibilidad de que el término quniraya haya cambiado su escritura y también, sufrido algunos procesos lingüísticos, de lo cual nos ocuparemos en el análisis. En cuanto, a los instrumentos a utilizar en el trabajo ha sido el fichaje textual en el que se ordenó el corpus alfabéticamente. La muestra equivale a las diferentes formas de escritura del término realizada en el transcurso de su devenir histórico. Se escogió la data de manera intencional por conveniencia a las metas propuestas.
El objetivo general consiste en reorientar la escritura, evidenciar los procesos y el significado del término de una manera más objetiva. En los objetivos específicos (OE): a) se propuso hallar, sistematizar, razonar, analizar, contextualizar, reinterpretar y precisar la semántica y sus derivaciones del término en estudio; b) se planteó seleccionar la forma de escritura y verificar los posibles procesos lingüísticos que hayan ocurrido en la morfosintaxis de la palabra; c) se pretendió dilucidar cuántas veces ha cambiado cada uno de las grafías del término; d) se corrobora, cuáles son los procesos lingüísticos y cuáles son las alomorfías ocurridos en el acto escritural; e) se aspira responder qué grafemas del término quniraya hayan variado alomórficamente; f) identificar a qué elemento de la naturaleza se asigna al término.
DESARROLLO
Marco referencial sobre la escritura del término quniraya
Los primeros escritores, cronistas y sacerdotes al no saber cómo escribir, habrían deletreado la palabra a su forma de comprender y pronunciar su propia lengua y de esa misma forma habrían escrito los nombres quechuas. Es de conocimiento que el castellano y el quechua no comparten la estructura, la sintaxis y algunos sonidos alomórficas; por esta razón, se habría escrito de manera distinta. El quechua tiene una pronunciación muy distinta en algunos sonidos a la del castellano, como en /q simple, q’ glotizado, qh aspirado/ fonemas guturales. Y una mala pronunciación de estos sonidos hace que un término en quechua se haga una palabra diferente, en algunos casos signifique distinto y en otros casos se olvide su significado de lo que es y se escribe de manera diferente, como la palabra “quniraya, kuniraya o kumirraya”. Además, recordemos que los hispanos en la colonia consignaron la escritura de los términos andinos, conforme a “la pronunciación y manera de e criuir […] muy conforme a la […] castellana, e profiere, pronuncia, y e criue con ella, […] (Santo Tomás, 1560, p. iiii). Aquí, ya se advertía sobre la reconstrucción de la escritura hispana de los textos del siglo XVI y su variación de las grafías, pero todavía no para la escritura del idioma quechua:
En español se ha transcrito tanto la u como la v con valor vocálico, como “u”, y la v y la u con valor consonántico, como “v”, porque, aunque en el siglo XVI todavía convivían la vieja distinción entre los fonemas /b/ oclusivo (escrito b) y /v/ fricativo (con grafía u o v) […]. Para las palabras quechuas, en cambio, se ha preferido mantener las grafías del manuscrito, puesto que algunos de estos vocablos son hoy desconocidos y no podemos saber cuál sería su pronunciación (Molina, con edición crítica en Jiménez del Campo, 2010, p. 30).
Los diccionarios quechuas actuales vienen consignando la escritura de manera más estructurada y normalizada sobre la palabra <quniraya ~ q’uniraya o quñiraya>, escribiendo con la grafía glotal simple <q> chanka y con la glotalizada <q’> en el quechua Cusco Collao, esta escritura es aceptada por los hablantes. Cada variedad del quechua ha determinado la pronunciación y el uso de la grafía con la que se debe escribir; por ende, hasta el momento no hay un consenso de una sola forma de escritura y de pronunciación. También, se escribe con la trivocálica <a, u, i> o penta vocálica <a, u, o, e, i>, ambos son válidas. En la zona norte, la escritura de quniraya se realiza con la velar <k> como <kuniraya>. Por ello, en los diccionarios actuales la escritura del término ha variado en las diferentes zonas, probablemente por la pronunciación que suele emplearse.
Podemos notar también que en las últimas publicaciones de
los lexicones tienen mayor argumento lingüístico, y, a partir de ello, se va
realizar un análisis prospectivo y medir la forma de escritura. En relación a
las vocales se ha escrito con <o> o <u>, pero sin cambiar a lo que
representa. Más aún, quniraya se ha escrito como <Qon Titi Wiraqucha>
(Mendizábal, 1974, p.199); razón por la cual, proponemos una reconstrucción
escritural actual como <Qon[i] ~ qun[i]> y <titi ~ tiksi o tiqsi Wira q’ucha>.
Aún, se lee en Ávila ([1598]1966) “cay cuniraya
viracochas ancha ñaupa huc
runa ancha huaccha tucospalla
purircan yacollanpas cosmanpas lliqui llique” (p. 22). De estas nominaciones se desprende que
<quni> se ha escrito de formas diversas, tal
vez por desconocimiento y la falta de consenso escritural y a una única forma
correcta de pronunciación del quechua.
METODOLOGÍA
La metodología utilizada en el escrito ha sido de nivel, tipo y enfoque cualitativo, ya que los corpus de escritura se hallaron en documentos históricos de los cuales se extrajeron los datos de manera intencionada. Los mismos que fueron la base para determinar las formas de cómo se escribió el término quniraya y cómo cambió su escritura. Así mismo, determinar los cambios y los elementos a los que hace alusión.
El investigador, quechuahablante, conocedor del idioma, es participante activo, complementa su conocimiento del idioma y ordena desde varios textos como ejes referentes. Se elabora la secuencia de análisis de la escritura para determinar los cambios de grafías que hayan ocurrido en la estructura interna del sustantivo quniraya. En esta misma lógica en “el interpretativismo, prima el pensamiento inductivo, [porque] se va a los datos, se los analiza y de allí surge una teoría, una teoría, que puede reelaborarse una y otra vez, volviendo a los datos, para corregirla” (Pardo, 2015, p. 279). Proporcionalmente, el autor informante “(…) moviéndose entre datos y teorías, (…) parte de una hipótesis para intentar probarla y, en casos particulares, validarla” (Cisneros, 2022, p. 436). En fin, la participación del investigador como “un miembro de la comunidad (…) y hablante nativo fluido [que utiliza] las claves culturales que (…) precisan, la investigación (…) [para] dar cuenta (…) las características de la lengua, que cautela el respeto a las formas tradicionales de acercamiento a la cultura [y al idioma]. (Salamanca et al., 2017, pp. 275-276).
Datos y procesos lingüísticos
Datos del corpus
Los
corpus fueron ubicados, seleccionados, extraídos de manera intencional a partir
de documentos: crónicas, libros históricos, filológicos, lingüísticos,
diccionarios antiguos y modernos, luego, analizados con criterio de observación
cultural. Tenemos los corpus siguientes:
(1) <Cconi> (Espinoza, 1979, p.23)
(2) <ccoñi> (Gonzales Holguín, 1608; y Santo Tomás, 1560)
(3) <Con “hijo del Sol”> (Eeckhout, 2004, p.7; D.R.A.M.L.Q., 2005)
(4) <Con Tiki Wiracocha> (Kemper, como se citó en Cisneros, 2018, p. 39)
(5) <Condici o Conditi Viracocha o Contiti […]> (Armas, 2002, pp. 206-207)
(6) <Coniraya> (Carrión Cachot, 1959, p.15)
(7) <Conisca> (Santo Tomás, 1560)
(8) <Contiti> (Betanzos, [1551]1987, pp. 11,13)
(9) <Contiti, o condici; dici, titi, tici o tecsi> (Armas, 2002, p. 206-207)
(10) <Contiviracocha> (Duviols, como se citó en Torero, 1990, p. 248)
(11) <Cuniraya> (Duviols, 1986, pp. 58-59; GH, 1608, p. 29; Ortiz, 1980, p.109)
(12) <Cuniraya, Con, Q’on o Wakon> Núñez- Carvallo, 1994, p.11)
(13) <-iraya> (Moya, 1948)
(14) <Iraya,Ychsma,Vichama>(Eeckhout,2004,pp.9-10)
(15) <Kon, Koñi “cálido”> (Macedo, 1938, p.5-6)
(16) <Kone y Pachacámac> (Salmón et al. 1973, p.91)
(17) <Kumirraya> (Zevallos, 1990, p.14)
(18) <kuniraya> (Guardia, 1962, p.142)
(19) <Kumu y kunu> (DRAMLQ, 2005)
(20) <q’on> (Núñez – Carvallo, 1994, p.11)
(21) <Qon o Kon Teqsi Wiraqocha> (DRAMLQ, 2005)
(22) <Qon Titi> (Mendizabal, 1976, pp. 40, 42, 43, 199)
(23) <Qon titi Wiraqocha Pacha yachachi> (Mendizabal, 1976, pp. 40, 42- 43)
(24) <qoni> (Mayorga, 1980)
(25) <Qoñii> (Guardia, 1959, p.108)
(26) <q'uñi> (Laime, 2007)
(27) <Q´unu-> (Gonzales Holguín, 1608)
(28) <Wakon> (Núñez – Carvallo, 1994, p.11)
(29) <Joñi, joniq, joñishisqa, joñiy> (AMLQ, 2005, p.504)
Procesos lingüísticos en quniraya
El término quniraya se ha escrito con las grafías hispanas desde hace casi 500 años. Por ello, el análisis de los cambios de grafemas, procesos lingüísticos y escriturales fueron realizado a través de la descripción de sus alomorfos, “un complejo sistema de niveles y procesos cognitivos que, en los humanos, forman una arquitectura funcional” (Véliz et al., como se citó en Ivanova, 2018, p. 1). El sustantivo ~ adjetivo <quniraya> se ha transcrito en textos bibliográfcos históricos del cual hemos podido extraer veintinueve (29) formas distintas de ortografía, talvez haya más, pero hasta el momento hubicamos esta cantidad. La forma de escritura mantuvo como base de palabra a <quni ~ quñi ~ qunu ~ kunu> y como <q’uñi> como en […] q'uñi jallp'a, […] q'uñi pukyu, […] q'uñi q'uñilla, […] q'uñi timpu, […] q'uñi unquy, […] q'uñichiy LPZ, PTS, […] q'uñiriy, […] q'uñiy, […] q'uñiyay PTS, […] (CENAQ, 2019, p. 191) y kuni o øi>.
Por esto, en la sistematización y transcripción escritural de los datos de los 29 corpus de la hoja anterior, se describe los cambios producidos en cada una de las grafías del término quniraya. En este sentido, el primer grafema <q> en su trayecto histórico produjo siete procesos lingüísticos en posición inicial absoluta observados en las siguientes descripciones: a) <q> simple, farengal, glotal y gutural, escritura y pronunciación actual; b) <cc> proceso por contacto cultural y de doble velarización; c) <c> se castellanizó en su escritura; d) Produjo una elisión de <q> convertiendo en morfo <ø> en inicio de palabra; e) Se velarizó en <k>; f) Se farengalizó y glotalizó en <q’>; g) Se fricativizó en <j>.
El grafema <u> tuvo tres procesos: a) <u> palatal, alta y sonoro; b) luego, se aperturó en vocal <) > abierta y media redondeada en contacto con <q> o <k> como en el corpus (21) <q n o k n>, apertura vocálica por pronunciación; c) fnalmente, en los contornos consonánticos de <q ~ k> como en <qon ~ k n> se vuelve en morfo <ø> como en los corpus: (13) <-iraya> y (14) <Iraya, Ychsma, Vichama>.
En el grafema <n> tiene los siguientes procesos: a) Se realiza como alveolar, nasal y sonoro detallados en los datos (1), (3 al 4), (15), (16), (18), (21 al 24), (27), (28) y (29); b) en seguida, <n> se ha escrito como <ñ> nasal, palatalizada, sonoro desarrollados en las muestras (2), (25), (26) y (29); c) aún, <n> se escribió como labializada, nasal, sonoro y consonántico <m>, muestras (17) y (19); d) por último, <quni ~ quñi> se transforma en morfema vacío <ø>, produciendo, síncopa, mostrados en los corpus (13) <-iraya> y (14) <Iraya, Ychsma, Vichama>.
En el grafema <i> se produce los siguientes procesos: a) palatal, alta, no redondeada en los datos (1), (2), (6), (7), (11), (12), (18), (24), (25), (26) y (29); b) así mismo, crea síncopa del grafema <i> en morfo vacío <ø> en medio de la palabra, observados en los modelos (3), (4), (8), (9), (10), (15), (20 al 23) y (28); c) además, produce una apertura vocálica en <e> ~ [ ] en contacto con los grafemas <k>, <c>, <q> como en el modelo (16) <Kone>; d) fnalmente, la velarización de <i> en morfo <u> como en los ítems (19) <Kumu y kunu> y (27) <Q´unu->.
La letra <r> produce dos procesos: a) se realiza como vibrante, alveolar, simple y líquida detallados en los corpus (7), (11 al 14) y (18); b) luego, se transforma en <ř> palatalizada, múltiple y líquida como en el patrón (17) <kumirraya>; c) se suprimió en morfo cero <ø>.
La letra <a> produce dos procesos: a) baja, media y sonora se halla en los datos del corpus (6), (7), (11), (12), (13), (14), (17) y (18); b) luego, produce un morfo vacío <ø>, apócope en al fnal de palabra como en las notaciones (1) <Cconi>, (2) <ccoñi>, (3) <Con “hijo del Sol”>, (4) <Con Tiki Wiracocha>, (5) <Condici o Conditi Viracocha o Contiti […]>.
El grafema <y> palatal, fricativo, semiconsonante, semivocal (Solís y Chacón, 1989, p. 83), se suprime en el conjunto de elementos de las grafías que conforman el sufjo “-raya”, por tanto, produce apocopación de <y> ~ <ø> como en los modelos (1) Cconi, (2) ccoñi, (3) <Con “hijo del Sol”>, (4) <Con Tiki Wiracocha>, (5) <Condici o Conditi Viracocha o Contiti> y (6) <Coniraya>.
Mencionamos que en una sola palabra se producen varios procesos lingüísticos como juntura, apócope, síncopa, velarización como en los patrones (4) <Con Tiki Wiracocha>, (5) <Condici o Conditi Viracocha o Contiti>, (8) <Contiti>, (9) <Contiti, o condici; dici, titi, tici o tecsi>, (10) <Contiviracocha>, (22) <Qon Titi>, (23) <Qon titi Wiraqocha Pacha yachachi> y (28) <Wakon>. Se puede ampliar la descripción, pero hasta el momento hacemos esta observación. Podemos notar que, la palabra <quni ~ q’uñi> se anotó también, como <qun>, observados en los corpus (15) <Q´unu->, (20) <q’on> y (27) <Q´unu->. También, la grafía <q> glótico, faríngeo, oclusivo, sordo y simple ha cambiado por la grafía <k> velarizado, oclusivo y sordo como en <kon>. <kon, koñi “cálido”>. Estos a la vez, elidió el grafema <i> palatal, alta, anterior, no redondeada, sonora y vocálica al fnal de la palabra.
Notación escritural y alomorfía del término quniraya
La
estructura morfosintáctica del término quniraya no ha
sido estudiada hasta la actualidad; pero si, se han consignado su escritura desde
los primeros documentos coloniales, y también escuchado en diversos relatos a
través de la historia cambiando los sonidos de su pronunciación, pero sin
denotar su sentido del significado; por ello tampoco, harían mención al
elemento a lo que hacía visible. Así mismo, el diccionario cusqueño compiló el
nombre con sus diferentes formas de escritura según variante regional
observados en el corpus (29) <q’oñi, Joñi, Kuñi, kuñi,
joniq, kuñii, joñishisqa, joñiy, qumuy, kumuna”>. También,
en los corpus (22) y (23) se escriben alternando su función de adjetivo del
nombre <Wira q’ucha>.
<Qon Titi Wiraqucha>
se <qon ~ qun[i] junto a
tiksi ~ titi ~ tiqsi>.
En conclusión, la palabra <quni ~ q’uñ[i]>, refiere que <“Cuniraya es nada menos que Con, q'on,
o wakon, un dios con alas, anterior Pachacámac”> (Rosttworowski
(s/f), como se citó en Núñez-Carvallo, 1994, p. 11).
Para el análisis asumimos una posición prospectiva escritural, de aquí hacia atras, en la que <quniraya> está compuesto de las grafías <q>, <u>, <n>, <i>, <r>, <a>, <y>, <a>. Vimos que <a> repite dos veces, por ello, solo tomaremos 7 grafías. Los alomorfos de las grafías <q> se describen en siete secuencias: a) se escribió con /q/ pos velar, simple, glotal, oclusivo y sordo; b) como <k> posterior, velarizado, oclusivo y sordo; c) como <c> ~ <cu> velar, oclusivo, sordo y castellanizado; d) <cc> ~ <ccu>, grafía hispana del siglo XVI, que se adecua a la pronunciación de sonido /qq/ glotizada actual, pos velar, oclusivo y sordo; e) el <q’> glotizado, pos velar, oclusivo, posterior y sordo; f) la grafía hispana <j>, modelo (29) <Joñi, joniq, joñishisqa, joñiy>; f) en escritura se ha elidido <q> en <>. Resumiendo, el grafema <q> se escribe con siete alomorfos.
El grafema <u> velar, alta, posterior y redondeada, se ubica en posición final de sílaba. Cambia a tres alomorfos: a) <u> velar, alta posterior y redondeada; a) <u> se abre en <o> velar, media, posterior y redondeada; modelo (28) <Con, Q’on>; c) Elisión de <u> velar, alta, posterior y redondeada en <ø> vacio.
El grafema <n> cambia a cuatro alomorfos: a) <n> alveolar, sonoro y nasal; b) modificó a <ñ> palatalizada, sonoro y nasal; c) transformó a <m> labializada, nasal y sonoro. d) Y el grafema se redactó como <ñ> palatalizada, sonoro, nasal, consonántico y último se elidió en grafema vacío <o>.
El grafema <i> cambió a cuatro alomorfos: a) se realizó como <i> palatal, alta, sonoro, líquida; b) como
<e>
palatal, media sonoro y líquida, modelo (16) <kone y Pachacámac>; c) como <u> velar, cerrado, posterior, sonora,
redondeado señalado en el patrón: (27) <q´unu->; d) se suprimió en morfema <> vacío.
El grafema <r> cambió a tres alomorfos: a) se realiza como <r> alveolar, simple, líquida como en los ejemplos (6) <Coniraya> y (18) <kuniraya>; b) como <ŕ> palatal, múltiple y líquida. Igual que en la nota (17) Kumirraya; c) <r> se suprimió en morfo vacío [ø], corpus (21) <Qon o Kon Teqsi Wiraqocha>.
El grafema <a> varió a dos procesos: a) <a> central, media, baja, sonora; ejemplo (11) <Cuniraya>; b) así también, elidió el sufijo -raya en morfo [ø]; ejemplos (21) <qon o kon Teqsi Wiraqocha> y (28) <Wakon>.
En síntesis, se han producido entre 24 y 24 variaciones alomórficas en la escritura y estructura morfosintáctica del término quniraya. Cambios que produjeron que las personas que realizaban el estudio, por no saber el idioma y la forma de pronunciar no hayan podido ubicar el sentido de su acepción.
Gramaticalización del término quniraya
El término <quni> es adjetivo porque acompaña al sustantivo como en el corpus <Qon Titi Wiraqucha> (Mendizábal, 1974, p. 199). En función de frase nominal a <qon[i]> se le puede agregar un sufijo agentivo, –q “el que la que” quedando como <quniq> y también como quniraya – q “el que o la que se encarga de mantener temperatura óptima por un periodo prolongado”. Asimismo, quniraya puede funcionar como verbo cuando se le agrega un grafema <-n>, <quniraya – n> “acto de calentar directa o indirectamente de manera prolongada”. Aquí <-n>, funciona como “sufijo de actor verbal de tercera persona singular”. Mencionamos que, los verbos en los hechos de la naturaleza solo se realizan en tercera persona y en singular. El sufijo “–raya-, como afirma Soto “expresa acción que realiza con insistencia o que demora un tiempo más o menos largo […]” (Soto, 2010, p. 388).
De lo mencionado, los hablantes quechuas tienen la conciencia de un proceso de continuidad como sentado “tiyarayan”, quedarse mirando “qawarayan” entre otras se marca con el sufijo –raya-. Además, de apoyar a la base verbal, expresa “[…] continuamente, a cada momento, siempre con seguridad. Todo esto con cierta despreocupación en algunos casos. Para esto se añade al radical de ciertos verbos y se forma nuevos verbos que expresan persistencia de la acción” (Guardia, 1973, p. 310).
La palabra quniraya se divide en quni- como base que indica “temperatura óptima”, seguido del sufijo -raya- “acción perenne, continuidad o prolongación de un hecho o de una acción”. Entonces, <quniraya> es temperatura óptima de “n” elementos en forma continua y prolongada.
Semántica sobre quniraya
El significado de quni, quñi o quniraya, <quni o q'uñi q'uñilla […] lugar abrigado> (CENAQ, [s/f] 2019, p. 191); pero alguno de los diccionarios lo traduce como “calor”, siendo esta una acepción muy excesiva que oscilaría a una calentura superior a más de 28° grados en el ambiente. En el cuerpo humano, el calor constante fluctuaría entre 36.5°C y 37°C, siendo, ya, 38° grados mucha calentura o fiebre. Así mismo, para temperatura ambiente del medio, quni estaría dado entre 19 a 26°C. Y para el agua, otorgaría entre 30° a 33º C, como tibio; por ello, la temperatura de 19° a 26°C indicaría soleado moderadamente y de clima cálido. El diccionario de quechua boliviano de Laime (2007, pp. 99 y 157) consigna su significado como “caliente, calentar, recalentar, fiebre”, a excepción de “estar en celo un animal y cálido”. Mientras que el diccionario cusqueño de la Academia Mayor de la Lengua Quechua (2005) hace alusión o asemeja a la temperatura ambiente como “cálido, calurosa, abrigada, tibio, atemperado, agua termal, térmico, atemperado, atemperar, calentar un poco, entibiar a lo que está frío” (p. 504).
Por esta razón, los hombres del mundo y en especial del Tawantinsuyu “iban caminando y a voces altas diciendo: ¡Oh vosotros, gentes y naciones, oid y obedeced el mandato de Ticsi Viracocha Pachaya[cha]chic, el cual os manda salir, multiplicar y hinchir la tierra!” (Sarmiento de Gamboa, como se citó en Pease y Campodónico, 1982, p. 56). Ahora, nos preguntamos, ¿quién hace henchir a la tierra de cultivo? Obviamente, quniraya “la temperatura óptima”. Y también, nos preguntamos, ¿De dónde se genera la temperatura óptima, llamada quniraya, para la tierra y para el universo? El origen de la temperatura ambiente es el calor de las llameantes incontrolables del fuego abrasador de las brasas del Sol, que se proyectan hacia el horizonte, la tierra y esta acción de quni de las energías llameantes de las brasas incandescentes del calor del solar, se generan en él, se proyectan y se dirigen hacia la Tierra, llegando por la distancia impecable de una manera muy tenue.
La acción solar que llega a la Pachamama no es el Sol mismo, sino sus rayos solares en forma de quni. Después de proyectarse hacia la Tierra se introducen en las hojas de las plantas para crear la clorofila y generar su propio alimento en las plantas, para luego producir las sustancias nutritivas para su alimentación y luego empezar la cadena alimenticia. Es preponderante, mencionar que el término y sus “[…] efectos de su poder no se limitan a este ordenamiento cosmológico, es decir, más allá del mundo, sino que se proyectan en el mundo y en los hombres” (Rivara de Tuesta, 2000, p. 8). De esta unión surge el crecimiento saludable y producción de los vegetales. Así mismo, los seres vivos deben mantener su temperatura vital para sobrevivir, de lo contrario, si son plantas, se secarán, o si se mantienen en demasiado frío y humedad se pudrirán. Esta acción se puede observar en el solsticio de invierno, cuando la Tierra se aleja demasiado del Sol y sus efectos se denotan en lo frío del ambiente; es así, que las personas también suelen colocarse una ropa abrigadora para que el cuerpo pueda mantener su temperatura óptima, o por el contrario morirán por hipotermia.
CONCLUSIONES
El significado quniraya se hace visible y entendible en la obra de Dioses y Hombres de Huarochiri, específicamente en el capítulo II de la narración quechua de Quniraya y Qawillaqa. La escritura <quni o quniraya> manifestó 29 formas de escritura y 24 a 26 variaciones alomórficas.
La grafía <q> del término quniraya cambió a 7 formas de escritura, como <cc>, <c>, <ø>, <k>, <q’>, <q>, <j>. Mientras que la letra <u> tiene alteración en <o>, <ø> y <u>. La <n> tiene cuatro variaciones alomórficas <ñ>, <n>, <m> y <ø>. La grafía <i> tiene cuatro cambios alomórficas <e>, <ø>, <i> y <u>. La letra /r/ tiene dos cambios alomórficas como <r>, <ŕ>. El grafema <a> tiene dos realizaciones <a> y <ø>. La letra <y> se produce como <y> y morfo vacío <ø>. Haciendo un total de 24 a 26 variaciones en la escritura del término quniraya.
Las grafías de la escritura de quniraya han variado alomórficamente en el límite silábico, inicio absoluto o en el final absoluto. Así mismo, los procesos lingüísticos de alomorfos más recurrentes son las aféresis, apertura vocálica de <e> y <ø>, apócope, doble velarización <cc>, farengalización, glotizada, fricativización, juntura, labialización, neutralización, palatalización, síncopa, velarización de <i> en <u> y velarización simple.
El contenido sémico de <q’uñi ~ quni> hace referente a la temperatura ambiente o calidez del cuerpo o de la naturaleza. Los diccionarios quechuas, al traducir, en algunos casos, no llegan a la esencia. Solo, dan una connotación de calor “ruphay” grado más elevado que es el “calor”.
El significado se ha visto a partir de dos puntos de vista: 1) como concepto de castellano “calor”; y 2) como concepción de una cultura originaria “condición de temperatura óptimo”. El Sol es el único elemento que irradia calor a todo la existencia humana y elementos; si no existiera el Sol, nada existiría.
Agradecimiento
Agradezco al Dr. Francisco Javier Mazeres Gaitero, por la invitación para publicar en la Sección Dossier: Alllin Kawsay, Desafíos, Revistas Científica de Ciencias Sociales y Humanidades, asimismo, a Angela Osorio Rumi por la orientación del presente artículo y finalmente, mi gratitud a toda persona que leyeron este escrito.
REFERENCIAS
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Fuentes de financiamiento
La investigación fue realizada con recursos propios.
Conflictos de interés
La autora declara no tener conflictos de interés.
Correspondencia
Claudia Cisneros Ayala
Email: ccisnerosa@unmsm.edu.pe