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Revista Científica de Ciencias Sociales y Humanidades https://doi.org/10.37711/desafios.2021.12.2.356

ISSN (Digital): 2307-6100


Escuela, género e incesto ideológico

School, gender and ideological incest


Francisco Javier Mazeres Gaitero 1,a

https://orcid.org/0000-0002-9078-4595



Recibido: 30-04-2021 

Aceptado: 11-06-2021



Citar como

Mazeres F. J. (2021). Escuela, género e incesto ideológico. Desafíos, 12(2); 106-7. https://doi.org/10.37711/desafios.2021.12.2.356

Filiación y grado académico


1 Universidad de Huánuco, Huánuco, Perú. a Doctor en Sociología.

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Universidad de Huánuco, Huánuco, Perú Este es un artículo bajo la licencia de Creative Commons, CC-BY 4.0


La sectarización es siempre castradora por el fanatismo que la nutre. (…) La inicie quien la inicie, representa un obstáculo para la emancipación de los seres humanos. Tener un pensamiento libre y permeable permite una mayor integración de conocimientos y saberes (Freire, 1985, p. 20).

Entre los efectos que el actual ciclo pandémico parece estar ocasionando a la agenda educativa pública nacional se encuentra el haber eclipsado el debate en torno a la educación sexual integral (ESI). Este sintetiza como pocos la sensible relación entre religión y política en un país genuinamente religioso como el Perú (Romero, 2016) pero también expresa el impulso de ciertos sectores de la sociedad civil por profundizar un proceso de secularización del Estado que institucionalice los avances en derechos y libertades de los distintos grupos minoritarios de nuestra sociedad.


El enfoque integral de la ESI en el Currículo Nacional de la Educación Básica Regular estuvo en el ojo de la tormenta política educativa desatada en el año 2016 a raíz de que el movimiento feminista y el colectivo LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transgénero) comenzaran a dar muestras de hegemonizar los debates públicos sobre unión civil, despenalización del aborto e identidad de género, entre otros, que, en conjunto, cuestionan las estructuras de poder dominante entre hombres y mujeres, o entre heterosexuales y no heterosexuales, incrustadas en la base de las desigualdades sociales (Butler, 2006).


De este modo, y con apenas meses de diferencia, tras la multitudinaria movilización “Ni una menos”, se desencadenó la campaña “Con mis hijos no te metas”, un remedo de la estadunidense “Save our children” del año 1977, que fue replicada en varios países del subcontinente y que a nivel nacional estuvo conformada por la alianza entre los partidos de extrema derecha y los sectores más conservadores de las iglesias evangélica y católica (en menor medida), mediante un discurso “provida” y “profamilia” que derivó en la censura del ministro de Educación, Jaime Saavedra, bajo el argumentario de que la escuela no es lugar para discutir sobre temas morales, sexuales o religiosos, los cuales deben recaer exclusivamente en las familias de los menores y, por ende, en contra del supuesto adoctrinamiento de la “ideología de género” (Motta y Amat y León, 2018).Pero, ¿cuáles son las dinámicas políticas más allá de lo coyuntural y qué está realmente en juego en el debate? Por una parte, la politización reactiva (Vaggione, 2005) y conservadora (Tello, 2019) de las iglesias en la esfera pública busca preservar las nociones tradicionales del cuerpo, la sexualidad y la familia destinadas a fortalecer las estructuras patriarcales de poder que organizan la sociedad de manera funcional al proyecto neoliberal (Segato, 2017). El fenómeno, cabe agregar, coloca sobre la mesa el modo en que la instrumentalización de los miedos para fines políticos siembra una intolerancia hacia la diferencia que acaba corroyendo la frágil sociabilidad cotidiana (Lechner, 2015) y las propias bases contractuales de la democracia (Nussbaum, 2019).


De otra parte, esta agenda moral ha acabado contrapesando la avanzada progresista a favor de la diversidad e igualdad sexual en el país, lo que sin duda pone en riesgo el marco de cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y el Consenso de Montevideo sobre Población y Desarrollo (2013) de Naciones Unidas, en materia de eliminación de la violencia basada en género o el acceso a la salud y los derechos sexuales y reproductivos.


Ahora bien, poniendo a un lado lo meramente político, existen una cuestión que sintetiza los desafíos últimos del debate. Sorprende que sea en nombre de la diversidad ideológica que se busque imponer a los menores una endogamia moral y vital, a la que podríamos calificar de incestuosa y que impiden acceder al menor a otras formas de comprender el mundo más allá de las fronteras de la ética estrictamente familiar. En ese sentido, el blindaje de la libertad de cátedra que presenta la escuela pública, autónoma de cualquier presión gubernamental y emancipada de todo imperativo moral, es precisamente el mejor dispositivo que ha inventado la humanidad para garantizar la promoción de la tolerancia por medio de una pluralidad institucionalizada sobre la cual reposan los cimientos del Estado moderno y, por consiguiente, los fundamentos esenciales de la civilización (Fernández, 2020).


De manera que lo que se encuentra verdaderamente en riesgo es el rol que juegan las instituciones educativas en un Estado de derecho para formar a futuros ciudadanos, abiertos y tolerantes con la diversidad social, a fin de garantizar el derecho de los niños a que sus padres no les priven de conocer otros valores que no sean los familiares o impidan trabajar a la escuela pública por la pluralidad ideológica, en términos de respeto a la totalidad de sensibilidades.


En definitiva, en un mundo progresivamente abierto al reconocimiento de la diversidad, la igualdad de derechos y la protección de las minorías, resulta fundamental el concurso de la educación como instancia emancipadora, además de irreemplazable el papel que esta juega en la construcción de horizontes compartidos que nos permitan hacer frente a la fragmentación social en las comunidades posmodernas contemporáneas.


REFERENCIAS


Butler, J. (2006). El género en disputa: feminismo y la subversión de la identidad. Paidós.

Fernández, C. (2020, 21 de enero). El pin del incesto. Cuartopoder. http://www.cuartopoder.es/ideas/2020/01/21/el-pin-del-incesto-carlos-fernandez-liria/

Freire, P. (1985). Pedagogía del oprimido. Siglo XXI Editores. Lechner, N. (2015). Obras IV. Política y subjetividad 1995 -2003. FCE, FLACSO.

Motta, A. y Amat y León, O. (2018). Perú: “Ideología de género”: fundamentalismos y retóricas de miedo. En G. Cevasco (Ed.). Develando la retórica del miedo de los fundamentalismos. La campaña “Con mis hijos no te metas” en Colombia, Ecuador y Perú. Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán.

Nussbaum, M. C. (2019). La monarquía del miedo. Una mirada filosófica a la crisis política actual. Paidós.

Romero, C. (2016). El Perú, país de diversidad religiosa. En C. Romero (Ed.). Diversidad religiosa en el Perú. Miradas múltiples (pp. 13-40). Fondo Editorial de la PUCP, Instituto Bartolomé de las Casas.

Segato, R. (2017). La guerra contra las mujeres. Traficantes de sueños.

Tello, K. (2019). Causas de la politización reactiva del conservadurismo evangélico en el Perú contemporáneo. Politai: Revista de Ciencia Política, 10(19), 13-33. https://doi.org/10.18800/politai.201902.001

Vaggione, J. (2005). Entre reactivos y disidentes: Desandando las fronteras entre lo religioso y lo secular. En La Trampa de la Moral Única, argumentos para una democracia laica (pp. 56-65). Fundación Ford, International Women’s Health Coalition, Global Found for Women y UNIFEM.