REPORTE DE CA SO

Neumomediastino y neumopericardio, una rara complicación del asma: a propósito de un caso

Pneumomediastinum and pneumopericardium, a rare complication of asthma: a case report

 

Milena Velasquez Marulanda1,a | Julian Serrano Giraldo1,a         | Edward Miguel Ramirez Nieto1,a | Andrea del Pilar Acevedo Guiot1,b

1 Hospital Universitario San Ignacio, Departamento Medicina de Urgencias, Bogotá, Colombia.

a Medica general.

a Magister en Innovación de Procesos en Gestión Pública.

b Especialista en Medicina de Urgencias.

 

RESUMEN

El neumomediastino es una patología relativamente infrecuente en la que hay presencia de aire libre en el mediastino que no se debe a una cirugía, un procedimiento médico o trauma. Una causa infrecuente del neumomediastino es la crisis asmática; además, en ciertas situaciones, el aire que llega al mediastino puede disecar el pericardio y generar un neumopericardio. El objetivo de este artículo es documentar la presentación clínica, diagnóstico y tratamiento del neumomediastino y neumopericardio en el contexto de una exacerbación asmática con el fin de brindar herramientas a los profesionales de la salud para atender a estos pacientes de forma certera. En este sentido, se presenta el caso de un paciente masculino que presentó un neumomediastino y neumopericardio en el contexto de una crisis asmática.

Palabras clave: asma; enfisema subcutáneo; tomografía; enfisema mediastínico; diagnóstico de neumomediastino (Fuente: DeCS - BIREME).

 

ABSTRACT

Pneumomediastinum is a relatively uncommon condition characterized by the presence of free air in the mediastinum that is not caused by surgery, a medical procedure, or trauma. An infrequent cause of pneumomediastinum is an asthma attack; furthermore, in certain situations, the air that reaches the mediastinum can spread to the pericardium and generate a pneumopericardium. The objective of this article is to document the clinical presentation, diagnosis, and treatment of pneumomediastinum and pneumopericardium in the context of an asthma exacerbation, aiming to provide healthcare professionals with tools to accurately manage these patients. To illustrate this, we present the case of a male patient who developed pneumomediastinum and pneumopericardium during an asthma attack.

Keywords: asthma; subcutaneous emphysema; tomography; mediastinal emphysema; pneumomediastinum diagnosis (Source: MeSH - NLM)

 

 


Recibido: 29/09/24

Aceptado: 12/12/24

Publicado en línea: 03/01/25
 


Citar como: Velasquez-Marulanda M, Serrano-Giraldo J, Ramirez-Nieto EM, Acevedo-Guiot AP. Neumomediastino y neumopericardio, una rara complicación del asma: a propósito de un caso. Rev Peru Cienc Salud. 2025; 7(1). doi: https://doi.org/10.37711/rpcs.2024.7.1.557

 

INTRODUCCIÓN

El asma es una patología crónica de las vías respiratorias, caracterizada por una respuesta bronquial exacerbada y una obstrucción al flujo aéreo variable y reversible. La exacerbación del asma se caracteriza por un empeoramiento de los síntomas, el cual se refleja en una disnea, sensación de opresión torácica y tos (1).

Una complicación infrecuente de las exacerbaciones de asma es el neumomediastino, que es aire libre en el mediastino que, en este contexto, se debe a la ruptura de los alveolos por aumento de la presión intraalveolar. Este aire puede llegar a afectar, además del mediastino, al tejido celular subcutáneo, la cara, cuello, el espacio retrofaríngeo, así como a disecar el pericardio ocasionando un neumopericardio. Tanto el neumomediastino como el neumopericardio suelen tener un curso benigno, por lo que el tratamiento será básicamente de soporte. La literatura y estudios sobre neumomediastino y neumopericardio en el paciente asmático es escasa, por lo que los reportes de caso aportan a la literatura médica en la comprensión de este tipo de pacientes (2).

A continuación, se presenta el caso de un paciente masculino de 24 años con una exacerbación de asma manejada con broncodilatadores y corticosteroide, en quien se documentó un neumomediastino y neumopericardio. A los tres días de estancia hospitalaria el paciente tuvo una buena evolución clínica, por lo que se dio egreso.

 

PRESENTACION DEL CASO

Paciente masculino de 24 años con antecedente de vitíligo y asma sin manejo médico, último episodio de exacerbación hace 10 años, sin requerimiento de hospitalización, quien ingresó al Servicio de Urgencias por cuadro de 4 días de congestión nasal, disgeusia, anosmia, tos con expectoración verdoso-amarillenta y un episodio de fiebre no cuantificada, y refirió además dificultad respiratoria y disnea de esfuerzo. Al examen físico se encontró normotenso (128/81 mmHg), taquicárdico (110 lpm), saturación de oxígeno en 94 % al ambiente, taquipneico a la auscultación con hipoventilación generalizada, sibilancias espiratorias y enfisema celular subcutáneo en zona I y II del cuello. Dentro de los estudios realizados a su ingreso a Urgencias se reportó un hemograma sin alteraciones en las tres líneas celulares, gases arteriales sin trastorno del equilibrio acido-base ni de la oxigenación, electro- cardiograma normal, panel respiratorio viral negativo, antígeno y PCR para SARS-CoV-2 negativos.

A la radiografía de tórax (ver Figura 1) con neumomediastino, neumopericardio y enfisema subcutaneo. Con el fin de una mejor caracterización de dichos hallazgos se realizó una tomografía axial computarizada (TAC) de tórax (ver Figura 2) que mostró extenso neu- momediastino que diseca al pericardio y enfisema peribroncovascular, por lo que el neumomediastino y neumopericardio fueron debidos al efecto Macklin, que es el resultado de la fuga de aire al intersticio pulmonar provocada por la ruptura de alveolos. Este aire se diseca a lo largo de las vainas broncovasculares hasta llegar al mediastino, donde se acumula y ocasiona el neumomediastino (3).


 

Durante la hospitalización se indicó manejo con metilprednisolona e inhaladores de corta acción y oxigenoterapia. A los tres días de observación, dada la mejoría sintomática significativa, se dio egreso hospitalario con terapia MART (formoterol-budesonida a dosis bajas) como manejo ambulatorio.

 

DISCUSIÓN

El neumomediastino espontáneo es una patología relativamente infrecuente en la que hay presencia de aire libre en el mediastino, que no se debe a una cirugía, un procedimiento médico o trauma. Su incidencia real es difícil de calcular debido a que la gran mayoría son reportes de casos; sin embargo, se ha estimado que puede tener una incidencia de 1 caso en cada 25 000 y se encuentra en una por cada 40 000 consultas al área de Urgencias. Se presenta más que todo en jóvenes entre la segunda y tercera década de la vida, siendo los hombres los más afectados con un 75 % de los casos (4,5).

De acuerdo con una revisión de 6 series de casos, la cual incluyó a 201 pacientes con neumediastino espontáneo, los síntomas más comunes asociados son: dolor torácico, el cual se presenta hasta en un 75 % de los casos, disnea (49 %), tos (36 %) y dolor de cuello (36 %). Otros síntomas que son menos frecuentes son la disfagia, odinofagia, disfonía, debilidad y dolor de espalda. Al examen físico los hallazgos más frecuentemente encontrados son el enfisema subcutáneo, el cual se observó en el 58 % de los casos. El signo de Hamman, en el cual hay sonidos crepitantes o chasquidos que son sincrónicos con el latido del corazón, solo se presenta en aproximadamente en el 18 % de los casos (6).

El neumomediastino espontáneo se debe a un aumento de la presión intraalveolar que conlleva a un rompimiento de los alveolos con migración del aire del espacio alveolar a los hilios e intersticio, de ahí puede pasar al mediastino y pericardio. Ya en el mediastino el aire puede llegar a la cara, cuello, al espacio retrofaríngeo e incluso hay reportes de caso que consignan aire en el espacio epidural; a dicho proceso se le conoce como efecto Macklin. Algunos factores predisponentes que llevan a un aumento de la presión intratorácica y, Por ende, al espacio intraalveolar pueden contribuir enfermedades intrínsecas del pulmón y de las vías aéreas, tales como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), el asma, la fibrosis pulmonar y las bronquiectasias. Asimismo, factores externos como el consumo de tabaco, ciertas drogas de abuso (cocaína, marihuana, metanfetaminas), el vómito, la tos intensa, la maniobra de Valsalva y la perforación esofágica también pueden desempeñar un papel en su afectación (2,7,8).

El neumomediastino espontáneo se puede diagnosticar entre un 69 % y un 100 % de los casos mediante una radiografía simple de tórax y el enfisema subcutáneo en un 35 % y un 65,8 % de los casos. Por lo general, se visualiza gas que demarca las estructuras mediastinales (doble contorno del mediastino), elevación de pleura mediastinal, signo del diafragma continuo, signo de Spinnaker en niños (se observa un despegamiento de las hojas del timo en la radiografía de tórax, que son desplazadas hacia arriba y a los lados por la presencia de aire en el mediastino), entre otros. La radiografía lateral de cuello suele ser más sensible que las proyecciones anteroposteriores del tórax. Si bien en la mayoría de los casos con la radiografía es suficiente para establecer un diagnóstico, la tomografía, al tener un mejor rendimiento diagnóstico, se usa cuando se requiere esclarecer la etiología o ver la extensión del neumomediastino (8-10).

La incidencia de neumomediastino en los pacientes asmáticos se desconoce. Vianello et al. (11) publicaron una serie de casos de 45 pacientes con exacerbación de asma grave en los cuales encontraron que el 11 % tuvo un neumomediastino espontáneo. En el paciente asmático el aumento en la presión alveolar que conlleva al rompimiento alveolar puede ser secundario al broncoespasmo característico de esta enfermedad. Se debe sospechar neumomediastino en aquel paciente con una crisis asmática con dolor torácico, enfisema subcutáneo o que presente una evolución estacionaria a pesar de un manejo medico óptimo.

El neumomediastino, por lo general, sigue un curso benigno con una media de estancia hospitalaria de cinco días, pues este suele resolverse de manera espontánea entre 5 y 7 días; por ende, el manejo suele ser conservador, con reposo, analgesia, broncodilatadores y oxígeno. El oxígeno es especialmente útil en estos casos, pues al aumentar la difusión del nitrógeno al intersticio se promueve la rápida absorción de aire libre (9,12).

Sin embargo, en unos pocos casos puede haber complicaciones potencialmente mortales, como compresión traqueal, distrés respiratorio, neumomediastino o neumotórax a tensión. En estos casos excepcionales pueden ser requeridas medidas más invasivas de descompresión, como una incisión cutánea o subcutánea, aspiración por aguja o catéter y, finalmente, la mediastinotomía cervical, la cual es la más efectiva (13-15).

El neumopericardio hace a referencia a la presencia de aire en el saco pericárdico, el cual puede ser poten- cialmente fatal (16). Es una condición infrecuente, por lo cual no se tienen datos de incidencia. Por lo general, dicha condición se debe a la presencia de aire en la caja torácica que diseca el tejido pericárdico, principalmente por traumas de alto impacto (17). En un estudio donde se tomaron 46 389 pacientes con trauma, solo 488 tuvieron neumopericardio (18). La presencia de neumopericardio en contexto de una exacerbación asmatica es aún más infrecuente en un estudio realizado en 10 472 niños con exacerbación de asma, donde solo el 0,2 % (21 pacientes) presentaban neumopericardio (19); en adultos no se cuentan con cifras.

De manera similar al neumomediastino, el neumopericardio entre un 80 % y un 90 % de los casos se manifiesta con dolor torácico retroesternal y en un 50 % como disnea (16). Dependiendo de la extensión de la Lesión, el paciente puede presentar signos de inestabilidad hemodinamica, de taponamiento cardiaco (como pulso paradojico), así como el soplo de Bruit Moulin, el cual se produce por el roce del aire con el líquido del espacio pericárdico. Este soplo suele aparecer en un neumopericardio complicado y se describe como un sonido fluctuante en el precordio, similar a un ruido de molino; de ahí su nombre en francés “Bruit Moulin(19).

En el contexto del neumopericardio, el electrocar- diograma suele ser normal, puede mostrar alteraciones inespecíficas, como taquicardia sinusal, fibrilación auricular, cambios en el segmento ST y onda T, similares a la pericarditis y signos sugestivos de taponamiento cardiaco, como bajos voltajes. En el ecocardiograma se encuentran artefactos, como la cola de comenta, la cual se da por la interposición del aire con el corazón (21). La radiografía simple de tórax se encuentra una banda radiolúcida que delimita el ventrículo izquierdo y la aurícula derecha; la tomografía de tórax ayuda a una mejor caracterización de la alteración (22).

Una vez se confirme la presencia del neumopericardio el paciente debe de tener un seguimiento estricto, dado el riesgo de taponamiento cardiaco, complicación observada hasta en un 37 % de los casos. En caso de presentarse se debe hacer una descompresión inmediata; sin embargo, la cifra anterior corresponde a una serie de 294 casos de neumopericardio secundario a traumatismos (23). La frecuencia de aparición detaponamiento cardiaco en neumopericardio secundario a exacerbación asmática no se conoce.

Cuando no hay compromiso hemodinámico, el manejo consiste en tratar la causa, si aplica; y en cuanto al neumopericardio se trata con el manejo sintomático con analgesia, reposo, evitar maniobras de Valsalva y oxigenoterapia para promover la absorción del aire.

Conclusión

El neumomediastino es una complicación relativamente infrecuente del asma, la cual debe ser tenida en cuenta, por lo que si se tiene una alta sospecha se debe solicitar una radiografía de tórax; sin embargo, si es negativa no excluye el diagnóstico, por lo que si persisten las sospechas de debe solicitar una TAC del tórax. El curso del neumotórax en pacientes con asma suele ser benigno, por lo que el manejo, por lo general, es de soporte; sin embargo, puede haber situaciones en las que se requieran medidas urgentes de descompresión.

 

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 MVM: conceptualización, curación de datos, redacción y borrador original.

JSG: conceptualización, curación de datos, redacción y borrador original.

EMRN: curación de datos, redacción y borrador original.

APAG: supervisión, redacción, revisión y edición. El estudio fue autofinanciado por los autores.

Los autores declaran no tener conflictos de interés.